Dilemas de Candidato Presidencial
Ernesto Tironi B. 27-1-1
¿En torno a qué opciones (o
dilemas) se jugará la elección del
próximo Presidente de la República según los electores y según los candidatos,
que este mes ya son ocho los que han tomado su puesto en la partida de
la carrera?
Según los expertos y los jefes
de las campañas políticas, éstas se organizan alrededor de ciertos temas o
disyuntivas específicas que prevalecen en el momento que la campaña se realiza.
Los cientistas políticos y sociólogos le dan el nombre técnico de “clivajes”, bisagras/disyuntivas, o bifurcaciones de camino, que obligan a escoger si seguir por el que va
hacia un lado o al otro
lado. Puede ser un tema político: escoger entre democracia y autoritarismo
(como en el Plebiscito del 88), un tema económico (entre más igualdad o más crecimiento (como entre
Guillier y Piñera2 el 2017), o un tema más cultural (entre unidad nacional o
polarización (como entre Biden y Trump el 2020). O pueden ser combinaciones de
opciones en dos temas; pero no en
más de tres temas. Naturalmente estas disyuntivas van cambiando con el tiempo,
aunque algunas pueden prevalecer por décadas, como fue el caso de la división
entre el Sí y el No desde fines de los 80s hasta entrado los 2000 en
Chile. Estas Disyuntivas Políticas
determinantes de los resultados eleccionarios cambian principalmente por
eventos históricos significativos, como pueden ser guerras, revoluciones,
golpes militares o... pandemias.
En los últimos años en Chile y
el mundo hemos tenido al menos un par de esos eventos históricos que nos han
remecido profundamente como personas y como sociedad. Obviamente me refiero al
Estallido Social del 18-O y a la Pandemia, con sus secuelas en las condiciones y perspectivas económicas, de empleo y vida personal de millones de
personas. ¿Cuáles serán las disyuntivas que la mayoría de los electores estarán
percibiendo y sobre todo, las que verán en el momento que se realice la elección? Más le vale la pena ir haciéndose la
pregunta quienes pretenden
ganar la carrera.
Porque el candidato que ganará
el partido tenderá a ser quien acierte a descubrir a tiempo y posicionarse bien
en torno a la disyuntiva o clivaje predominante, en primer lugar. Pero también,
en segundo lugar, ganará quien sea reconocido por los electores como confiable de cumplir la promesa
de llegar con el bastón hasta la meta. Esto puede sonar abstracto, así es que
daré algunos ejemplos de nuestra historia política reciente.
Tendemos a olvidarnos que la
Concertación perdió el Gobierno (cediéndolo
a Piñera1 el 2009),
por no comprender a cabalidad lo
expuesto arriba en la selección de Eduardo Frei Ruiz-Tagle como su candidato, en las dudas de éste sobre el
clivaje dominante y en su credibilidad con respecto a la opción que pretendió
encarnar. En ese momento, al final del gobierno de
Bachelet1, había comenzado un malestar
del electorado con los casos de corrupción y burocracia estatal, y una apertura a la alternancia en el
poder. Frei respondió al principio con una campaña que proponía “El cambio del
modelo económico” (incluso proponiendo
una nueva Constitución) pero cambió de caballo en la mitad de la campaña ( al parecer por no encontrar
mucho eco) e
intentó proponer como respuesta “El cambio generacional”. Tampoco fue creíble para los electores. Su contendor, Piñera1 planteó como respuesta a ese malestar
“Una mejor gestión pública” y una alternancia no disruptiva con la orientación
de centro de la Concertación. Así logró la mayoría y terminar la sucesión de
gobiernos concertacionistas (para más detalles, ver Eugenio Tironi, “Radiografía
de una derrota”,
Uqbar, 2010). Ocho años más tarde, nuevamente Piñera2 acierta en responder a la
inquietud prevaleciente del electorado por el exceso de estatismo e igualitarismo
de Baqchelet2/Nueva Mayoría y el lento crecimiento económico, planteando volver
al crecimiento. La gente le creyó,
especialmente en comparación con “más de lo mismo” ofrecido por Guillier, y le
dio una contundente mayoría. Pero Piñera2 no consiguió el crecimiento que había
prometido y se le desmoronó su credibilidad y con ello todo su castillo.
Así llegamos a este decisivo año
2021. ¿Cuáles serán
las disyuntivas que prevalecerán y cuál el candidato que encarnará la mejor
opción? Por ahora me parece dos las posturas más nítidas: Lavin planteando que
el tema es la división entre los chilenos y que él logrará la unión del
país. En el otro extremo, Jadue y el
Partido Comunista, plantean que el tema central es terminar con el Modelo
Económico Neoliberal, y que él lo conseguirá mejor.
Por mi parte,
pienso que el contexto de inquietudes ciudadanas está todavía muy abierto, y
existen demasiadas cosas muy inciertas como para adivinar. Hacia
octubre-noviembre la pandemia puede estar disparada y la angustia económica al
máximo para muchos. Entonces puede
irrumpir con fuerza una Pamela Jiles ofreciendo dos retiros del 20% como
solución. O un Sichel con su pizarra mostrando cómo un Fonasa 2.0 y la Isapre
Popular ofrecen servicios de salud sustancialente mejorados.