Desarrollo y Emprendimiento

Por qué este blog? Porque he dedicado mi vida profesional a aportar al desarrollo económico de Chile estudiando qué medidas ayudarían más al crecimiento y la equidad, y publicando lo que he ido descubriendo. Ahora quiero aprovechar esta tecnología para ampliar el diálogo con otros sobre este tema.

Mi foto
Nombre: Ernesto Tironi
Ubicación: Las Condes, Santiago, Chile

Economista, empresario y educador (1947). Profesor Ingeniería Industrial Universidad de Chile, Asesor y Director de Empresas y de Sociedades del sector Educacional. Ex embajador ante Naciones Unidas y Gerente General de CORFO.

jueves, enero 05, 2006

Retroceso DC: Causas y salidas

Podrán haber opiniones distintas sobre si el Partido Demócrata Cristiano (PDC) tuvo o no una gran derrota en las elecciones del 15 de Diciembre. Pero conviene preguntarse de todos modos, ¿Sufre signos de decadencia ¿A qué se debería? ¿Cómo podría recuperarse?

Estimo que hay signos de decadencia. Pocos jóvenes se incorporan a la DC; siguen demasiados antiguos dirigentes en puestos de poder, la edad promedio de los dirigentes sube; los ciudadanos no votan tanto ya por personas antaño muy populares. Son signos de que si no hay cambios, habrá decadencia.

¿A qué se debería el retroceso DC? Convendría hacer un estudio científico y en profundidad sobre el tema. Medir qué grupos votan por la DC, cuáles no y porqué. Mientras se hace, aventuremos algunas hipótesis. Señalaría cuatro causas, muy interrelacionadas, como las principales: Pérdida de una misión atrayente; lejanía de los ciudadanos y sus intereses (excesiva autoreferencia); pérdida de afectos, y poca apertura a los cambios del mundo moderno. Estos son problemas comunes a todos los partidos, pero veamos el caso DC.

1) Falta de una misión atrayente. Toda organización existe para algo. Si alguien quisiera invitar a un joven universitario a integrarse al Partido Demócrata Cristiano, ¿a qué lo invitaría? ¿A lograr qué? ¿Qué le ofrece a ese joven para atraerlo? Y lo que a éste le entusiasma, ¿Lo encontrará de verdad en el PDC? A la DC parece faltarle reinventar o actualizar su razón de ser.

2) En los últimos años, el PDC aparece como una organización excesivamente centrada en sí misma y no en los intereses de los ciudadanos. Es muy poco permeable a las inquietudes de diversos grupos de la sociedad: estudiantes, pobladores, profesionales, agricultores, pequeños empresarios. Sus principales debates ocurren a propósito de las elecciones de sus directivas, antes que sobre alternativas de soluciones para el acceso a mejor educación, calidad de vida en los barrios, delincuencia, etc. Los operadores políticos y burócratas parecen haberse tomado del partido. Y éste tiende a transformarse en agencia de empleo para puestos en el Gobierno. O en el medio de mantener sus puestos para los que ya están en el Gobierno o el Parlamento. Pero ocurre que los intereses de los militantes activos en el partido no son necesariamente los de la mayoría de los ciudadanos. No conozco muchas instancias (reuniones, seminarios, etc.) regulares para acoger las inquietudes de estos últimos.

3) Los afectos se han debilitado. Toda organización para mantenerse viva necesita algo que una a sus componentes. Puede ser un propósito común, relaciones contractuales, compromisos mutuos, una historia compartida o afecto: el deseo y alegría de encontrarse. En la DC queda principalmente la historia, pero como una luz que se aleja y que los jóvenes nunca vieron. Hay más grupos compitiendo entre sí que individuos cooperando entre todos. Más lealtad hacia el grupo que hacia el Partido o el país. Un debilitamiento marcado de los afectos; de la fraternidad.

4) Poco interés en abrazar los cambios del mundo. El fin de la Guerra Fría dejó a la DC sin su razón de ser original. Entre los dos extremos de un socialismo autoritario (el soviético) y un capitalismo sin progreso ni igualdad (el sudamericano), adquiría sentido una Revolución en Libertad o el Progreso con Justicia Social. ¿Pero ahora qué? ¿La Economía Social de Mercado Alemana, con 60 años de edad? El mundo ha cambiado no sólo en lo tecnológico material, sino sobre todo en modos de entender la vida, el mundo, la sociedad y el rol del Estado por parte de los jóvenes. Los jóvenes valoran menos hoy el papel del Estado como medio de progreso para ellos y sus familias. Hay una revalorización de sus propias capacidades y responsabilidades. Más interés en ser empresarios o emprendedores sociales, y no funcionarios. Quieren oportunidades y buena calidad de servicios por parte del Estado. Veo muy poca comprensión y menos acogida de estas tendencias entre los dirigentes políticos del PDC.

¿Qué hacer? Cosas sencillas, para empezar a revertir esas tendencias. No caer en la ingenuidad de que eso se logra sólo cambiando la Directiva. Creyendo que “tal otro bastaría para hacerlo mejor”. Menos formando un grupo nuevo de “nosotros los que sabemos qué se debe hacer”. No. Más que nada abriendo espacios de respeto recíproco para conversar. Escuchar a los jóvenes, a los ciudadanos de a pie. A los no militantes. Sugiero hacer una serie de “Concilios Programáticos” (para no usar términos gastados como Juntas, Congresos, etc.) en que se invite a todos los interesados, militantes, simpatizantes, aliados de otros partidos y organizaciones sociales a escucharnos unos a otros sobre qué tipo de partido político queremos y para qué. Sin discursos, sólo conpapel y lápiz para respondernos y compartir nuestras respuestas a esas preguntas u otras semejantes.

Así como las cuatro causas de la decadencia DC se refuerzan negativamente, así revertir cualquiera de ellas podrían gatillar un círculo virtuoso. El mero reunirse a pensar en una nueva misión del Partido hoy puede reavivar la fraternidad; ésta podría bajar las murallas que conforman los grupos Dejar de mirar el interés del grupo puede dar más lugar al interés del país, de los ciudadanos, y la mayor incorporación de éstos y sus inquietudes reavivar el espíritu de servicio al país. Puede parecer utópico, pero algunos creemos que valdría la pena intentarlo.
*/ Publicado en "El Mercurio" , Santiago, Sábado 31 de Enero, 2005.