Desarrollo y Emprendimiento

Por qué este blog? Porque he dedicado mi vida profesional a aportar al desarrollo económico de Chile estudiando qué medidas ayudarían más al crecimiento y la equidad, y publicando lo que he ido descubriendo. Ahora quiero aprovechar esta tecnología para ampliar el diálogo con otros sobre este tema.

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Nombre: Ernesto Tironi
Ubicación: Las Condes, Santiago, Chile

Economista, empresario y educador (1947). Profesor Ingeniería Industrial Universidad de Chile, Asesor y Director de Empresas y de Sociedades del sector Educacional. Ex embajador ante Naciones Unidas y Gerente General de CORFO.

miércoles, octubre 26, 2005

¿Qué conservar del Modelo?

Desde diversos sectores políticos se están lanzando llamados a cambiar el modelo económico chileno. También algunos candidatos presidenciales. Imagino la sorpresa con que habrán escuchado eso los telespectadores latinoamericanos viendo del debate en CNN.
El punto clave es, ¿qué cambios está proponiendo cada uno? No ser específico, hacer propuestas vagas o generales de esos cambios es muy irresponsable y puede ser peligroso. Al no ser preciso, cada persona o grupo tiende a interpretar las propuestas a su manera, y a creer que los demás quieren los mismos cambios que él o ella. Entonces, podemos encontrarnos de repente con algunos postulando que hay una mayoría de la población favoreciendo un cambio generalizado o radical, cuando en realidad hay poca gente postulando cambios parciales y distintos. Cuando Felipe Lamarca plantea cambiar el modelo seguramente está pensando en algo muy distinto del Candidato Hirsch, o del Diputado Lorenzini o del Sr. Teiller del PC. Sin embargo algunos incautos creerán que todos están hablando de lo mismo, unidos o de acuerdo en igual objetivo.

Además, esa ambigüedad o confusión puede tener consecuencias graves. Ella favorece, y por eso es estimulada por, aquellos que buscan el cambio total. Sería aprovechada por los más radicalizados oponentes al modelo. Por último, otro aspecto clave es saber si se desea cambiar el modelo por no querer sus características propias o por sus efectos. Si es por esto último, habrá que demostrar que los llamados efectos son verdaderamente situaciones causadas por el “Modelo” y no por otros factores. Eso hay que demostrarlo fehacientemente antes de actuar. Si no vamos a botar la guagua junto al agua de la bañera. Convendría ser menos demagogo y más riguroso en el uso del lenguaje. Es muy distinto hablar de “Cambiar el Modelo” que “hacer cambios en el Modelo”. Analicemos el tema entonces con precisión.

Más importante que tener claro qué cambiar es saber qué conservar. Como ha demostrado nuestro destacado científico y biólogo Humberto Maturana, toda unidad o sistema (como un modelo económico) existe y se mantiene en la medida que “no entre en interacciones destructivas con su medio” (El árbol del conocimiento, Cap.V, p. 67). Hay intervenciones (cambios introducidos por un agente externo, por ej. un gobierno o parlamento) que pueden ser meras perturbaciones del modelo económico y otros que pueden ser cambios destructivos de éste. Si no somos cuidadosos en especificar lo que deseamos conservar de un sistema, entonces introduciendo cambios que parecen menores podemos terminar destruyendo el sistema. En cambio si especificamos lo que queremos, podemos permitir que todo cambie alrededor de lo que conservamos.
En el marco interpretativo de la ciencia económica neoclásica, los modelos económicos se distinguen según los modos de organizar dos variables: la propiedad de las empresas (el Estado o las personas) y la decisión de qué bienes o servicios producir (si un plan estatal o el mercado). El gobierno de la UP introdujo cambios en esos dominios mediante la intervención de empresas privadas y la fijación de precios, generando no sólo un cambio destructivo del modelo económico sino del sistema político en general.
Aterrizando. Uno; basado en la reciente y elocuente experiencia chilena de 1973, no arriesguemos empezar con frases ingeniosas como “todo tiene que cambiar”, “la tierra para el que la trabaja”, “tengamos un modelo económico humano”, etc. y terminar como el 73 o como Argentina. Dos; estoy muy de acuerdo que el actual modelo no es un objeto sagrado intocable. Es una construcción humana, social e histórica. Si algunos de sus efectos no los queremos - como la actual pobreza, la desigualdad o el desempleo excesivos - , entonces centrémonos en proponer medidas específicas que corrijan esos efectos. Pero cuidando de asegurar un consenso en torno a lo que deseamos conservar. Entonces seremos libres para experimentar con medidas para alcanzar lo que queremos. Adelanto que considero debemos hacer reformas importantes en nuestra economía. Por ej. tener un BancoEstado y CORFO centrados en dar servicios eficientes a las Pymes y microempresas; eso no es cambiar el modelo económico, sino el modo y criterio de operación de esas empresas estatales. Bajar impuestos a Pymes y subir al doble las pensiones asistenciales; esto tampoco cambia el modelo, pero puede reducir la pobreza a la mitad. Concesionar consultorios y hospitales tampoco. Vender 1% del capital de Codelco SA a las AFP para que éstas inviertan más en Chile que en el extranjero tampoco cambia el modelo, pero generaría ingresos suficientes para elevar la subvención escolar y darla a estudiantes de carreras técnicas para mejorar la equidad. Eso sí mejorará las condiciones de vida de la clase media. Esos son los cambios que necesitamos.