Una Pausa por el Trabajo
Nosotros, organizaciones vinculadas
al trabajo en los sectores del comercio, transporte, industria, agricultura,
servicios, fundaciones y entidades representativas de la sociedad civil, frente
a las dramáticas circunstancias por las que atraviesa nuestro país, que cada
día dejan nuevas víctimas entre los chilenos, formulamos un ferviente
llamado para no perder nuestro país, hacemos
un llamado a una pausa.
Una pausa que nos permita un tiempo
de conversación y acercamiento entre personas que pensamos en forma diferente,
porque tenemos la convicción que, por distintos que sean nuestros puntos de
vista, todos perseguimos convivir mejor en el país que amamos.
El mundo del trabajo, es el mundo de
la familia. Detrás de cada emprendimiento hay un promedio de 6 familias que
necesitan seguir adelante.
Asimismo, esta pausa o tregua nos
dará el tiempo de entregar mejores pensiones a los ancianos, aumentar el
ingreso mínimo de los trabajadores, acceder a medicamentos y atenciones de
salud en mejores condiciones para nuestros enfermos. Solo después de cumplidos estos pasos
iniciales sabremos, primero, si se ha cumplido lo comprometido por nuestras autoridades y,
segundo, si las medidas tomadas han sido efectivas, o si es necesario corregir algunas
o adoptar otras nuevas.
Este tiempo de reflexión y diálogo,
personal y social, permitiría recoger los llamados realizados por diversas
entidades, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, tales como:
“Mantener una posición positiva y de
colaboración con el difícil momento que está viviendo el país”.
“Evitar que los violentistas corten
el país y así asegurar el aprovisionamiento de mercaderías, medicamentos y
otros bienes esenciales para la vida diaria de los chilenos…”.
Para materializar esta pausa hacemos
un llamado y nos comprometemos a:
1. No más convocatorias a
marchas ya que, por pacífica que sea la intención de los participantes, hemos
sido testigos de las graves consecuencias,resultando en personas heridas y
abusadas.
2. Colaborar a la recuperación de la infraestructura dañada.
3. Participar de un
voluntariado para la recuperación de los espacios públicos, áreas verdes y
organizaciones sociales.
4. Organizar eventos de apoyo
a fundaciones y pequeños comercios dañados (ferias en lugares públicos,
conciertos, sorteos), de forma de ayudarlos a salir adelante.
5. Aprovechar las
celebraciones de fin de año, como la Navidad, para incentivar acciones de buena voluntad en
las familias, vecinos y trabajadores, de manera que se encuentren y dialoguen en sus casas y
empresas. Para tomar conciencia que, más allá de la fe religiosa de cada uno,
existen valores comunes que pueden unirnos en estos tiempos difíciles.
Suscriben diversos gremios de pequeños y medianos empresarios encabezados por la Cámara de Comercio de Santiago. Ver www.ccs.com
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