Más política que educación.

                                               Más política que educación.

                                                                                                                          Ernesto Tironi B. 4-10-9

                ¿Qué lecciones o interpretaciones estarán sacando los parlamentarios y dirigentes políticos  de gobierno y de oposición sobre la fallida acusación constitucional a la Ministra de Educación?  ¿Irán a sacar conclusiones nuevas? Creo que esto es la pregunta más importante de hacerse en torno a este episodio. ¿Sacarán uno u otro conclusiones de fondo que los lleven a cambiar el curso confrontacional en que han conducido la política chilena el último año? ¿O, al revés, interpretaciones que les lleve a agudizar la belicosidad? Por ejemplo, el presidente del Partido Comunista anticipó que esta era la prueba de fuego de la unidad de la oposición… entonces, ¿ahora qué?.  ¿A olvidarse de una sola oposición y a aliarse sólo con el Frente Amplio en la política de ni sal ni agua al gobierno?

                Por ahora, en estos primeros días, personalmente observo sólo deterioro y debilitamiento  de la oposición, debido a las acusaciones mutuas entre quienes apoyaron o no la acusación. ¿Esto intimidará más a parlamentarios opositores llevándolos a evitar aparecer apoyando al gobierno en pensiones o tributación?. Ya veremos.

                Otro par de conclusiones saco por mi parte de esta experiencia. Primera, que la educación como tema dejó de ser un  área en que la Vieja Mayoría obtenía dividendos políticos baratos.  No convenció  a la opinión pública el argumento de que la Ministra está destruyendo la educación pública. Tal vez la mayoría se formó la opinión de que eso ya lo hizo el Gobierno de Bachelet 2. No se convenció, a pesar de que la actual Ministra no despierta particular simpatía entre la gente. Creo que su actuación en la Cámara ni siquiera apuntó a lograrla. Tampoco creo que mejoró mucho su imagen a nivel nacional, excepto entre sus partidarios políticos cercanos.

                La segunda apreciación que me queda,  es que la gente puede estar  aburriéndose del uso que han  hecho los políticos  del tema educacional para intentar dar batallas ideológicas  y para derrotar adversarios en sus peleas propias. Tal vez se agotaron de que se aprovechen de las inquietudes y preocupaciones reales que tiene la gente con el acceso y calidad de la educación de sus hijos. De esto último, de nuevo, no se habló casi nada. Igual como en la fallida reciente reforma educacional escolar,  cuyos nulos efectos benéficos empiezan a quedar en evidencia.

Ernesto Tironi  B.

Economista y Educador