Desarrollo y Emprendimiento

Por qué este blog? Porque he dedicado mi vida profesional a aportar al desarrollo económico de Chile estudiando qué medidas ayudarían más al crecimiento y la equidad, y publicando lo que he ido descubriendo. Ahora quiero aprovechar esta tecnología para ampliar el diálogo con otros sobre este tema.

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Nombre: Ernesto Tironi
Ubicación: Las Condes, Santiago, Chile

Economista, empresario y educador (1947). Profesor Ingeniería Industrial Universidad de Chile, Asesor y Director de Empresas y de Sociedades del sector Educacional. Ex embajador ante Naciones Unidas y Gerente General de CORFO.

lunes, enero 27, 2020


¿Chile cambió?  
Ernesto Tironi B.     9-1-20

                Entre las tantas frases hechas que hemos escuchado el último tiempo está la de que: “Chile cambió; ya nunca más será como antes”.  Interesante apreciación. ¿Será una afirmación; un juicio sobre lo que ocurrió, un pronóstico?  Puede ser cualquiera de esos actos de habla y tener  varios significados más.  Parece decir mucho, pero tal vez dice muy poco.

                Uno de los  significados de esa frase puede ser  la  interpretación que desde lo de octubre  ya no serán admisibles o posibles a futuro en Chile los abusos, desigualdades e injusticias que han existido hasta ahora.  ¿Irá a ser tan así, me pregunto?  ¿Por qué motivo? ¿No se estará suponiendo que para que haya los cambios buscados basta la violencia, la fuerza  y la rabia expresada por muchos en las calles este tiempo?  ¿Será eso suficiente?  ¿Se habrán planteado estas preguntas  los instigadores y ayudistas del movimiento de octubre?   Mi propia apreciación es que esa interpretación puede ser algo ingenua. Puede ser más la expresión de un deseo (lo que los gringos llaman “wishfull thinking”) antes que una apreciación fundamentada y probable.

                ¿Significan estas consideraciones que se nos viene encima un futuro desastroso? No creo eso tampoco.  Estimo que es muy temprano para vaticinar nada, como le dijera Chou en Lai a Kissinger:  de que para ellos no había pasado suficiente tiempo como para evaluar los efectos de la Revolución Francesa. Sí; el 2019 probablemente será un punto de inflexión en la historia de Chile, pero hacia qué es prematuro vaticinar.   Además – y más importante – es que el abanico de posibilidades hacia las cuales puede enrumbar nuestro país a partir de Octubre del 19 es mucho más amplio  de lo que siquiera somos capaces de imaginar. Así como no imaginamos lo que podía iniciarse ese mes a partir de un alza modesta del precio del Metro, ¿por qué vamos a anticipar mejor ahora el curso que tomará el desarrollo de Chile?   Ese abanico va desde cambios significativos hacia mayor democratización política,  en el modelo económico,  en la cultura, etc. hasta una regresión a un sistema político autoritario, ya sea de corte populista, socialista o más capitalista, con o sin abierto apoyo militar. Personalmente prefiero lejos lo primero, pero no veo ni la marea, ni los vientos soplando claramente en esa dirección.

                Tomar consciencia de lo anterior puede ser el primer paso para encontrar un camino que permita cambios sostenibles en el tiempo. Estos son los que surgen del fondo de cada persona inicialmente un grupos opuestos;  voluntariamente, provenientes  de sí mismos,  y no de la imposición a la fuerza por el otro,  ni del miedo al otro.  Hasta ahora no veo suficiente cambio de este tipo.

                No noto que las personas hayan cambiado tanto desde el 18-O. Y esto es lo que al final importa. No veo a personas con altos patrimonios, decir, por ejemplo: “Sí, de ahora en adelante me dispongo a pagar más impuestos”.  No he escuchado a nuestros gobernantes, ni en el Parlamento ni en el Ejecutivo, gobierno y oposición, decir: “No podemos seguir en estas disputas políticas permanentes; vamos a buscar puntos medios y acuerdos, para sacar adelante decisiones como la reforma de pensiones, aunque no comprendan el 100% de mis preferencias”. No veo tampoco a dirigentes estudiantiles decir: “Tal vez insistir en el 100% de gratuidad de la universidad es excesivo, y debemos dejar fondos para mejorar las pensiones de los abuelos”. Al final, los cambios que observamos hasta ahora son, paradojalmente, los impulsados por el odiado presidente Piñera: el alza de las pensiones solidarias mínimas y del ingreso mínimo.

       Considero que la famosa decisión de redactar una nueva constitución no es tan crucial como la presentan los políticos. Es lo que ellos consideran indispensable porque les da un rol protagónico y es lo que tienen a la mano y conocen. También la mayoría de la población se ilusiona con esa receta fácil. Podría equivocarme, pero creo que se invertiría mejor el tiempo de Diputados y Senadores encerrándose en el Parlamento hasta sacar adelante buenas leyes entre las que vegetan postergadas por falta de flexibilidad y dedicación de los parlamentarios. Además alimentan la ilusión de muchos de que sólo con la nueva constitución se va a mejorar la distribución de los ingresos y los otros problemas que agobian a millones de chilenos como son el mal transporte y salud públicos, bajas pensiones, la falta de áreas verdes en las poblaciones y varios otros.

            Para permitir que las personas cambiemos, estimo que es necesaria la reflexión y ello requiere una pausa que aquiete nuestro ánimo y nuestra mente. Así operamos los seres humanos.  En este sentido, entre los aportes más valiosos que he visto de la sociedad civil chilena en relación con los tiempos sociales y políticos que vivimos,  existe una declaración suscrita por organizaciones gremiales de tamaño mediano vinculadas al comercio, transporte, industria, agricultura y servicios, encabezadas por la Cámara de Comercio de Santiago. La llamaron justamente “Una pausa por el trabajo”. Allí, entre otras cosas señalan: “Hacemos un llamado a una pausa que nos permita un tiempo de conversación y acercamiento entre personas que pensamos en forma diferente, porque tenemos la convicción que, por distintos que sean nuestros puntos de vista, todos perseguimos convivir mejor en el país que amamos.”  Invito a no solo leer sino poner en práctica lo planteado en esa declaración que se puede encontrar en la página web de dicha Cámara.  Tal vez caminos como ese nos permita llegar como país a un mejor puerto.



[1] Publicado en www.ellibero.com el 10 enero 2020.