Desarrollo y Emprendimiento

Por qué este blog? Porque he dedicado mi vida profesional a aportar al desarrollo económico de Chile estudiando qué medidas ayudarían más al crecimiento y la equidad, y publicando lo que he ido descubriendo. Ahora quiero aprovechar esta tecnología para ampliar el diálogo con otros sobre este tema.

Mi foto
Nombre: Ernesto Tironi
Ubicación: Las Condes, Santiago, Chile

Economista, empresario y educador (1947). Profesor Ingeniería Industrial Universidad de Chile, Asesor y Director de Empresas y de Sociedades del sector Educacional. Ex embajador ante Naciones Unidas y Gerente General de CORFO.

domingo, septiembre 12, 2021

 

Mejor Estado

Ernesto Tironi B.  21-4-21

            Una de las pocas cosas que sabemos con cierta seguridad acerca de la situación que tendremos después de esta pandemia, es que estaremos más endeudados todos – como individuos y como sociedad – y que tendremos que vivir con un Estado mucho más grande.

            Por eso estimo que es de máxima prioridad abocarnos desde ahora mismo a trabajar por tener un aparato estatal de mucho mejor calidad y eficiencia. Es decir, que entregue mejores servicios en plazos más breves (reducir demoras, desde plazos para intervenciones quirúrgicas hasta el largo de la cola para la entrega de pasaportes). También a costos menores (no como los pasaportes), con mejor atención y menos demora de atención del teléfono en las oficinas públicas, más amabilidad y menos discriminación. Y por supuesto mucho menos corrupción.

            Esto abarca muchos ámbitos de la vida social. Desde créditos de Indap, Sercotec o Fosis, hasta el sistema judicial, pasando por las burocracias de cada ministerio hasta el sistema de educación pública.

            A raíz de los retiros del 10%, que han ocupado casi toda la agenda nacional de los últimos meses, ha quedado en evidencia la inoperancia de los tribunales de justicia para hacer cumplir las obligaciones de sus fallos respecto a cónyuges separados por el pago de pensiones alimenticias.  Nos hemos dado cuenta que son millones las madres e hijos/as sufriendo muy dolorosas situaciones no sólo debido a ex parejas poco responsables, sino también debido a un Estado que no es capaz de asegurar justicia, el cumplimiento de sus sentencias y la reparación que debe a sus ciudadanos.

            Un libro que cayó en mis manos estos meses sobre violencia intrafamiliar (Cariño malo, de Rosario Moreno, Ed. Planeta), me abrió los ojos además sobre los millares de mujeres abusadas por sus esposos. Y, de nuevo, otras formas de indolencia del Estado. Por sobre todo me impactaron los testimonios de las víctimas, peritos, fiscales y otros sobre la actual inoperancia del Estado para no sólo hacer cumplir las sentencias, sino para iniciar las investigaciones y para proteger a víctimas tremendamente afectadas, que es casi seguro que van a volver a ser asaltadas o abusadas. Naturalmente esto me hizo pensar en La Araucanía y esos otros abusos. ¿Cómo es que hemos llegado tan lejos, me dije? Pero no nos salgamos del tema con generalidades.

            En ese breve libro hay centenares de testimonios en primera persona, simplemente transcritos por la autora, sobre: La lentitud de los fiscales de tal forma que las causas se arrastran por años, pero no sin consecuencias… permitiendo que subsistan y a veces se agraven los abusos.  Los funcionarios judiciales instando a las víctimas a abandonar los procesos, ya sea para ahorrarse trabajo o evitarse frustraciones… La mala atención o desconsideración en el trato de las personas, tan significativo y delicado en estos casos de abuso. “Las víctimas son tratadas como números y no como seres humanos”, dice una abogada de familia.

 “Nadie pesca mucho a las víctimas”, agrega un ex Fiscal. Los casos pasan por una línea de tramitación igual que las líneas de montaje para fabricar autos. Se van derivando los casos unos a otros. Nadie es responsable o hace cargo. Entonces la víctima no tiene un solo interlocutor y se siente abandonada, desprotegida”.

“La justicia es algo que necesita mejorar mucho en Chile”, es una frase que se repite muy a menudo en todos los estamentos de personas involucradas en este tema, desde víctimas, abogados litigantes, defensores, fiscales y funcionarios.

            Considero que esta consciencia de la necesidad de mejorar la operación de nuestro Estado debiera tener una prioridad muy alta en los programas presidenciales de los candidatos en carrera hoy. Y debiera ser un criterio de mucha prioridad y alta ponderación entre los aspectos a observar nosotros como ciudadanos para decidir a quién elegir. Por suerte hay al menos uno, como es el caso de Sebastián Sichel, que estaría comprometido con mejorar nuestro sector público. Además de todos los demás problemas que nos dejará la pandemia, tener un Estado mucho más grande con las mismas deficiencias que el actual, puede constituirse en la piedra de molino que termine por ahogar nuestras expectativas de llegar a ser un país desarrollado en nuestra generación.