Desarrollo y Emprendimiento

Por qué este blog? Porque he dedicado mi vida profesional a aportar al desarrollo económico de Chile estudiando qué medidas ayudarían más al crecimiento y la equidad, y publicando lo que he ido descubriendo. Ahora quiero aprovechar esta tecnología para ampliar el diálogo con otros sobre este tema.

Mi foto
Nombre: Ernesto Tironi
Ubicación: Las Condes, Santiago, Chile

Economista, empresario y educador (1947). Profesor Ingeniería Industrial Universidad de Chile, Asesor y Director de Empresas y de Sociedades del sector Educacional. Ex embajador ante Naciones Unidas y Gerente General de CORFO.

martes, mayo 19, 2020


¿En qué afirmarnos?
Ernesto Tironi B.   9-4-0
                Hace dos semanas atrás, escribí aquí que esta crisis podría ofrecer una buena oportunidad al país de encauzar el Estallido social, y al actual gobierno de recuperar apoyo  y capacidad de conducirnos a un mejor futuro. En este breve tiempo,  he cambiado mi visión. Tengo menos expectativas de que el  estallido no vuelva y también pocas esperanzas de que el Presidente sea capaz de aprovechar la oportunidad que tendría.

                Sin embargo no estoy más pesimista. Por el contrario. Este tiempo he visto aparecer en forma lenta pero segura la vieja disciplina y seriedad del ciudadano chileno común y corriente. La de la gente misma,  trabajadores, dirigentes, empleados.  Creo que esos atributos de los chilenos pueden  ser una mejor base en la cual fundar un resurgir de Chile; una base mucho más sólida que la capacidad de un gobierno (de cualquier signo) y que las propuestas legales o constitucionales de nuestros dirigentes políticos.  No tengo encuestas para pretender  “demostrar”  lo que planteo. Quisiera más bien presentar una posibilidad a partir de algunos comportamientos que observo. He decidido prestar más atención a cómo se las arregla la gente que a qué hacen los políticos.

                Por el lado del gobierno noto pocos cambios positivos, especialmente por parte del Presidente de la República respecto a menos protagonismo y más empatía.  De este Parlamento 2018-2022 poco se puede esperar. En  estas condiciones considero que lo más probable será el resurgimiento del estallido y sus manifestaciones callejeras.  Cuán lejos llegará,  dependerá sobre todo del  apoyo de los ciudadanos de a pié y de algunos políticos. Si aquel es masivo, probablemente resurgirá fuerte;  bastante menos que en octubre-noviembre pero mucho mayor de lo que pensamos hoy día. El ataque a la ambulancia de un hospital público este domingo en Antofagasta es una señal inquietante de lo que puede venir.

                Por el lado de la mayoría de los ciudadanos del país, en cambio,  veo una actitud positiva, y especialmente responsable con los trabajos de cada uno. Parece que la gente, a pesar de estar encerrada, se las ha arreglado para adaptarse, mantenerse trabajando y cumplir sus obligaciones, a menudo usando sus teléfonos y computadores personales.  Dejo de lado la notable  responsabilidad de los trabajadores de la salud. Y no han sido sólo ellos. ¿Han visto a los basureros?  En la educación escolar ha sido parecido, a pesar de los llamados en contrario del sindicato de profesores. La mayoría de ellos ha cumplido sus turnos éticos y han ido incluso más allá. Muchos directivos de escuelas también han mostrado un profesionalismo excepcional.  En pocos días se organizaron para subir material de estudio para los estudiantes en la página web de sus colegios o se lo enviaron de otras maneras.  Además se contactaron con los apoderados  para apoyar a los estudiantes sin internet. Muchas veces se usó el  WhatsUp  del grupo de apoderados de cada curso y ahora se transformó en una nueva herramienta pedagógica.    Los profesores por su parte,  no sólo han aprendido a bajar material de estudio de internet  para enviar a alumnos/as,  sino que  hasta les llaman por el celular de la mamá para darles orientación cuando necesitan. Algunos, ya mayores,  pidiendo ayuda para aprender a usar Zoom. Paradojalmente, las redes entre directivos de escuelas, apoderados y profes que se crearon para impedir  tomas en los meses del  Estallido, hoy se han puesto al servicio del proceso educativo de los estudiantes.
                Cosas parecidas a lo anterior escucho ocurriendo en muchas empresas. La gente trabajando desde sus casas,  a pesar de los medios escasos y condiciones incómodas.  No sólo altos ejecutivos  están usando Zoom, Hangouts y Webex para video conferencias.  Así como los docentes, operarios y administrativos de pequeñas y medianas empresas  también las están usando. Y descubriendo a veces que así se puede tener reuniones  más  efectivas que en persona.  También he sabido de oficinas y servicios públicos que reportan más y mejor trabajo de sus funcionarios  ejecutado desde sus casas.

                Sí; hay mucha preocupación por perder los empleos.  Pero no creo que sea sólo por ese miedo que muchos estén trabajando incluso más que antes. Tal vez hay también un sentido de responsabilidad y consciencia de lo que está en juego. Observo también una cierta horizontalidad nueva en esa preocupación. No es sólo el empresario o ejecutivo  en solitario trabajando para no quebrar. Es también el empleado o el trabajador cooperando y proponiendo maneras nuevas para salir adelante. No veo derrotismo, ni intención de cargar a otro las culpas o de desligarse. Escucho un nuevo verbo: “tenemos que…”

            Puede que esté siendo infundadamente optimista.  Aunque sea así, prefiero equivocarme en esto que  caer en el pesimismo y el derrotismo. Tenemos un gran país y la gran mayoría de su gente es fuerte y pujante. Tal vez la desestabilización o el posible dolor de esta crisis permita a algunos salir del estado de resentimiento y rabia en que habían caído y empezar a ver el mundo y sus vidas desde otra perspectiva.