Desarrollo y Emprendimiento

Por qué este blog? Porque he dedicado mi vida profesional a aportar al desarrollo económico de Chile estudiando qué medidas ayudarían más al crecimiento y la equidad, y publicando lo que he ido descubriendo. Ahora quiero aprovechar esta tecnología para ampliar el diálogo con otros sobre este tema.

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Nombre: Ernesto Tironi
Ubicación: Las Condes, Santiago, Chile

Economista, empresario y educador (1947). Profesor Ingeniería Industrial Universidad de Chile, Asesor y Director de Empresas y de Sociedades del sector Educacional. Ex embajador ante Naciones Unidas y Gerente General de CORFO.

viernes, diciembre 01, 2017


Mis  dilemas  como  demócrata  cristiano este diciembre
Ernesto Tironi B.
1-12-17
La evolución política de Chile en los últimos diez años, y especialmente el Gobierno de Bachelet 2, me ponen en un dilema  ante esta segunda vuelta presidencial que intento comprender y explicar en esta nota.  Comparto  esta reflexión  para  invitar a otros a hacerlo,  a entregarme observaciones que puedan enriquecer  mi mirada y, para tal, vez ayudar a otros decidir.
Enfrento tres dilemas relacionados: Votar por Guillier  o Piñera,  declarar o no públicamente una opción distinta al apoyo del PDC al candidato de la Nueva Mayoría  y renunciar o no al Partido Demócrata Cristiano (PDC).  Para optar prefiero  partir por lo esencial: ¿qué busco?, ¿qué considero lo mejor para Chile? ¿Qué aportará más a lo que estimo mejor?
Mi respuesta es que me interesa  e importa mucho el desarrollo de Chile con paz, equidad  y unidad nacional, expandir su democracia  y el bien-estar de todos  los chilenos. Por eso estudié economía y he trabajado en asuntos públicos medio siglo. 
¿Quién me da más confianza hoy que buscará y conseguirá avanzar  más en esa dirección, Guillier o Piñera?  Parece que  Piñera, porque Guillier pretende continuar básicamente con un gobierno, como el de Bachelet 2, que a mi juicio ha generado más desunión, polarización y poco desarrollo productivo  sostenible.  En vez de mejorar la educación, escogió estatizarla. En vez de expandirla al sector pre-básico donde sería más equitativo y beneficioso, escogió hacerla gratuita para los universitarios.  En vez de crear nuevos y mejores empleos, los trasladó al Estado.  En vez de modernizar el  Estado, lo expandió bajo una estructura  anticuada. Más Nueva Mayoría plantea el riesgo de hacerle daño a Chile. Más aún con sus  nuevos aliados más a la izquierda y con el menor contrapeso de la DC. Pienso que un gobierno de Piñera tiene menos ese riesgo,  y hay indicios de podría tener  un mayor énfasis en la equidad que en su primera experiencia.
Pero declarar públicamente que no votaré por el candidato escogido por los actuales dirigentes DC, me significaría la expulsión del partido. Entonces  necesito plantearme, ¿Es un costo que vale la pena pagar? Y esta pregunta me remite a, ¿Para qué he militado en un partido político y por qué el Demócrata Cristiano?
El PDC ha sido para mí sobre todo un medio para servir a Chile de la manera que he considerado mejor.  He buscado eso junto con otros, participando en instituciones, creando otras y formando comunidades.
Estoy asociado con la DC desde hace 50 años, cuando en 1967 me apoyó como candidato a presidente del Centro de Alumnos de Economía de la Católica contra un postulante de derecha que ganó. Entré a militar formalmente hace 32 años. Hoy estoy considerando renunciar, porque  al parecer  me restringe más de lo que  me permite ser  y  hacer.
Estar en la DC en el pasado me hacía sentir  acompañado por un grupo grande  trabajando por ideales comunes  que nos unían. ¿Es así todavía hoy? Bastante poco, tendría que responderme.  Hoy hay tantas divisiones y descalificaciones internas que el partido no atrae a la gente y menos a la juventud.
Desde el punto de vista de valores e ideas,  lo que me llevó a la DC es que proponía un camino intermedio entre el capitalismo extremo y egoísta que conduce a una sociedad desigual,  y un socialismo estatista y totalitario que restringe la libertad personal.  Hoy veo un partido que se vuelca demasiado hacia el estatismo y conoce  poco el mundo de las empresas, lo  apoya menos y desconfía de  la libertad y del emprendimiento.
Veo que pasamos de un partido asociado principalmente con partidos social demócratas  que habían realizado una autocrítica y se habían reformado, a  juntarnos con un Partido Comunista cuya renovación no veo ni en materia de derechos humanos, de economía ni política internacional.
Conocí un partido formado por mucha gente idealista y responsable, que no buscaba primero empleos en el Estado ni  figurar. Tuve la suerte de tener entre mis maestros a  Ffrench-Davis, Foxley, Gabriel Valdes S. y Boeninger.  No veo ese espíritu hoy. Hay demasiada gente motivada por  conservar o lograr  puestos en organismos estatales.
Participé en un partido que tuvo iniciativas como el Proyecto Alternativo, que congregó a centenares de profesionales en los 80s a proponer medidas para recuperar la democracia y realizar un programa de gobierno responsable, donde nos escuchamos con atención y respeto. No como en el Congreso Ideológico del 2007, donde bajo el amparo de actuales dirigentes,  la Juventud pseudoprogresista  haciendo uso de violencia,  impidió seguir sesionando a la Comisión de Educación y proclamó que el Partido estaba por el fin del lucro y de la educación particular subvencionada.
Dicho todo lo anterior, todavía no me decido a declarar formal y categóricamente que votaré por Piñera y que renuncio a la DC. ¿Qué me frena aún? No es una simple y livianamente criticable indecisión o tibieza. Miedo, tal vez.  Sobre todo, me acongoja pensar  que puedo contribuir a que  se sienta triunfante una derecha  que  interprete una victoria de Piñera como respaldo para que Chile siga igual. O sea, que no hay  que seguir haciendo al país más equitativo, que el desarrollo sea para todos, que haya servicios públicos de mejor calidad para los pobres, igual acceso a áreas verdes y plazas en Renca que en Vitacura, menos abusos  y  clasismo, más acogida a los inmigrantes, protección de los derechos humanos, mejor educación y salud, un Estado más ágil y eficaz, menos corrupción, etc.  Todas las reformas necesarias  para alcanzar esos propósitos, sin embargo, deben decidirse y aplicarse buscando acuerdos, con  rigurosos estudios previos, con responsabilidad, minimizando las divisiones o conflictos y  preservando siempre la unidad nacional. Tal vez sea más valioso nuestro rol y sea más escuchado aportando a que un Gobierno de Piñera se incline hacia esos propósitos, comparado con lo que podría ser escuchado  en uno de Guillier para avanzar en eso bien.
  Finalmente  me frena también dejar la DC por  la tristeza de constatar la pérdida de un hogar, un lugar desde el cual dimos luchas heroicas y victoriosas por el desarrollo, la unidad y  la paz en Chile. Constatar que estoy de nuevo a la intemperie completa, como en aquellos tristes días de la historia nacional que tanto y tan bien trabajamos por superar.

Por eso, antes de decidir,  como me propongo hacerlo antes del 8 de diciembre, subo esta nota a mi Blog e  invito comentarios, aportes y más reflexiones.

1 Comments:

Blogger edgardo said...

Dr. TIRONI su dilema es de muchos DC, quizas la mayoria. En lo personal, hoy con 74 años, nacia la vida " participante" siendo un ing. Agronomo recien titulado en el 68 de Frei Montalba. Siempre he sido DC y comprendo su sentir, porque serlo es mas que un simple dilema, es una forma de vida y nos parece que desde hace un buen rato nuestro partido ya no nos interpreta. Para mi su blog es un despertar, pero es su decision me parece que debe ser si luchar desde dentro o buscar un nuevo desafio. No lo creo capaz de abandonar sus ideas sin gritarlas lo mas fuerte posible. Muchisimos estamos en el mismo dilema. De todoas modos hagalo publico. Se agradece.

11:14 p.m.  

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