DC, partidos y política en Chile hoy
Ernesto Tironi B. Economista DC, 29-7-7
No sólo
la economía se ha deteriorado en Chile los últimos años. Me parece que la
política también. Las encuestas muestran desencanto, desconfianza y enojo con
los políticos, especialmente de la Nueva Mayoría. Pero no sólo.
En ese
contexto, la Democracia Cristiana (DC) propuso volver a priorizar la ética en
política, el crecimiento económico, la búsqueda de consensos, prolijidad en las
políticas públicas, más estudio menos
ideologismos globales, gradualidad y otras medidas que fueron rechazadas por
los dirigentes de la Nueva Mayoría. Lo anterior para reducir efectivamente las
desigualdades que persisten en Chile y ofrecer más oportunidades de progreso a
las mayorías y la clase media. En breve,
desarrollo con equidad, y revalorar la
Concertación y su carácter de centro-izquierda. El distanciamiento DC con NM terminó con la
mayoritaria decisión de los militantes de base DC de llevar candidato
presidencial propio – Carolina Goic. Los
contrarios a esta decisión fueron principalmente parlamentarios y funcionarios
de gobierno. Su principal argumento
expresado era que la DC perdería diputados e influencia en el país al ir
solos. Otros creen que verdadero motivo
sería el temor a perder sus bien
remunerados trabajos en el Estado.
La
decisión DC no sólo sorprendió a la NM. También al país, y muchos lo tomaron
como un signo de esperanza. Al fin alguien reemplazaba la calculadora para conquistar el poder, por
el juego democrático de expresar propuestas
y dejar a los ciudadanos decidir. Pero parece que esas ilusiones duraron
poco. Los parlamentarios y funcionarios públicos DC, grupo minoritario
derrotados en la Junta anterior, vuelven a intentar recuperar sus posiciones en
esta Junta de Julio, ayudados por sus congéneres de los partidos de la NM que
le cierran todos los espacios a la DC. No fue lo que hizo la DC con ellos para
recuperar la democracia. Sí fue lo que hicieron con Lagos en el PS ayer; lo
mismo que intentan con Goic en la DC ahora.
¿Qué
habrá detrás de esta poca lealtad, de la
incapacidad de percibir el descontento ciudadano con los actuales políticos y la
poca disposición a permitir una renovación? Me temo que esto puede estar
confirmado el argumento del deseo de aferrarse al poder del Estado: los
parlamentarios constituidos como grupo de presión que dominan en los partidos.
Pareciera
entonces que medidas concretas para
recuperar el prestigio de la política y la confianza ciudadana podrían ser dos: la reducción de las remuneraciones y
privilegios de los parlamentarios, que
incentivan tanto a conquistar esas posiciones e implican tanta pérdida
al dejar el poder. En concreto un sueldo
parlamentario que no supere el triple del sueldo promedio de los chilenos:
$1,550,000. Volver a la histórica sobriedad republicana característica de
Chile. Como es la norma, por lo demás,
en democracias tan sólidas como la inglesa. Y lo segundo, terminar con las reelecciones
después de un segundo período. Punto. Si es cierto que los parlamentarios no
andan buscando el poder por el poder ni les tienta los millones que ganan, es tiempo de que no dejar ese espacio para la sospecha y la
desconfianza. Necesitamos que el país
vuelva a creer y confiar en sus líderes y dirigentes sociales, especialmente en
los políticos.
Goic ha realizado una extraordinaria y encomiable
labor. Ofrecer una alternativa valiosa al país y mantener la DC viva y unida.
Su nueva gran propuesta al país, y que la proyecte más lejos, podría ser
encabezar la campaña por aplicar esas medidas para el beneficio de todo Chile.
Publicada en Diario La Tercera,
Domingo 30 de Julio, 2017
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