Desarrollo y Emprendimiento

Por qué este blog? Porque he dedicado mi vida profesional a aportar al desarrollo económico de Chile estudiando qué medidas ayudarían más al crecimiento y la equidad, y publicando lo que he ido descubriendo. Ahora quiero aprovechar esta tecnología para ampliar el diálogo con otros sobre este tema.

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Nombre: Ernesto Tironi
Ubicación: Las Condes, Santiago, Chile

Economista, empresario y educador (1947). Profesor Ingeniería Industrial Universidad de Chile, Asesor y Director de Empresas y de Sociedades del sector Educacional. Ex embajador ante Naciones Unidas y Gerente General de CORFO.

domingo, septiembre 18, 2022

La presidencial 2021 en simple.

                                               La presidencial 2021 en simple.

Ernesto Tironi B. 7-10-21

            Jorge tiene 32 años y nunca había votado en una elección hasta el Plebiscito y la de Constituyentes. Le da mucha lata la política, pero el Estallido le cambió su opinión. Estudió sin poder terminar Ingeniería en Ejecución en un CFT, y desde entonces hacía pequeños negocios. Después, con un amigo, empezaron a importar ampolletas y focos LED de China que distribuían y vendían directamente a pequeños comerciantes. Le fue bien y hasta pudo comprarse un pequeño local en La Florida, cerca de donde vivía con sus padres. Llegaron a ser cinco personas trabajando.

            Hace seis años se arrendó un departamento y se fue a vivir con su polola que había terminado kinesiología. Aprovechando lo que había aprendido de negocios, instalaron una consulta en el barrio para atender adultos mayores. Al poco tiempo atendía también deportistas y empleaba cuatro personas, la mitad inmigrantes. Le estaba yendo bastante bien en ambas pymes cuando llegaron el estallido, los saqueos, violencia, cierre de locales y líos múltiples. Tuvo que despedir gente y achicarse.

            Lo conocí entre los grupos de Voluntarios por Sichel en la primaria, y hace poco lo volví a encontrar. Cuando supo que era economista me preguntó, preocupado, qué creía yo que iba a pasar con la economía chilena los próximos 10 años. Tenía un primo en Australia y estaba pensando irse para allá. “Estoy conversando con los chinos que me venden las LED, me agregó, que me dicen que podría venderlas allá igual como lo hago aquí”.

             Le contesté que considero que depende mucho de quién gane la elección presidencial. Él pensaba igual, me dijo, pero que por favor le explicara en detalle porqué. “Quisiera tratar de convencer a mi pareja que está por Boric, por lo de las mujeres y el medio ambiente”, me dijo. 

Por aquí fue mi explicación: Una cosa son los propósitos y la voluntad de los dirigentes que aspiran al Gobierno y otra cosa son las tendencias que tienen otras fuerzas que también inciden en los resultados económicos y sociales que puede alcanzar un país.  

Haciendo un símil con una embarcación, una cosa es hacia qué lugar los tripulantes quieren llegar y la fuerza que tengan para remar, y otra cosa son la fuerza y dirección de la corriente marina, las olas y el viento, en el momento del viaje. Por más fuerza, voluntad y buenas intenciones que tenga el capitán y la tripulación, puede que la potencia de la corriente, el viento o las olas les supere. Creo que eso es lo que pasa con Boric y su tripulación.

Boric quisiera dirigir el timón hacia el puerto de la mayor igualdad, económica y de género, más sustentabilidad y otros destinos encomiables que requieren crecimiento económico, recursos, dinero y ahorros. Pero estamos en un momento en que la corriente marina viene en sentido contrario y con mucha fuerza: bajo crecimiento económico por una década entera, además de agotamiento de los ahorros por la pandemia y las políticas populistas recientes. Los vientos de la economía mundial tampoco son favorables. Y, para más remate, se han levantado muchas olas en este tiempo por los estallidos sociales, violencias, polarización y asambleas que levantan más altas las velas de las utopías, mientras se pelean en la cubierta entre quién las lleva más alto. Difícil la labor de los pobres remeros, cuando además las olas crecen.

            Es que la historia importa.  Hay momentos para cada cosa. En Chile los ciclos de búsqueda de mayor crecimiento y de mayor igualdad se cruzan hoy como dos corrientes contrarias, haciendo saltar el agua y formar olas en todas direcciones. No fue siempre así. Cuando Boric, Jackson y Vallejos como jóvenes estudiantes irrumpieron en la vida nacional en 2011 con masivas protestas estudiantiles exigiendo transporte gratis, luego universidad gratuita, y consiguieron ambos, lo lograron porque coincidió con el final de 20 años de alto crecimiento y ahorros públicos y privados que permitieron financiar todo eso. Entonces no los culpo de creer que ahora pueden conseguir lo mismo con su entusiasmo, voluntad y buenas intenciones, tal como lo consiguieron antes de cumplir 30 años. Tampoco culpo a los que hoy se suben al carro de esos triunfadores para conseguir también ellos mucho más “gratis”: autopistas, pensiones, salud, etc. El problema es que ahora n o están las reservas y ahorros que había en 2012 a 2014 generadas progresivamente por los Aylwin, Frei y Lagos en años. Y es dudoso que puedan ser capaces de conseguirlos en un breve plazo. Ahora hay una burocracia estatal multiplicada y un sistema político inoperante que dejaron Bachelet, con sus reformas políticas, y Piñera con su incapacidad de lograr la confianza de los ciudadanos y de sus propios partidos para gobernar.

En el futuro Boric y Sichel tendrán que encontrar la forma de trabajar juntos si queremos todos (incluido ellos) que Chile siga avanzando en equidad y sustentabilidad. Pero el mejor orden sería primero Sichel, después Boric. La situación de stress actual, con además una década de bajo crecimiento y sin ahorros, indica que es el momento de una pausa. Para recuperar fuerzas, bajar los decibeles de confrontación, calmar los ánimos, buscar la unidad y así concentrarse en generar los ingresos adicionales para mejorar gradualmente los ingresos de los grupos bajos y medios. Para encabezar esta tarea en los próximos cuatros años, estimo que el mejor capitán es Sichel. Es quien mejor podría gobernar manteniendo el bote equilibrado, en su centro, sin inclinarse demasiado a la izquierda ni a la derecha. No tiene, creo, en su tripulación a grupos que tironean siempre mucho a un solo lado, como el Partido Comunista a Boric hacia la izquierda. Sichel asumiría la indispensable recuperación económica con más posibilidades de éxito, trayendo así algo más de calma para recuperar fuerzas y dar otro salto en algunos años.

Sichel es quien mejor puede hacer las reformas económicas y sociales necesarias con responsabilidad; sin arriesgar perder las cosas buenas que también tenemos. Está lejos de ser perfecto, ni es lo ideal. Es lo mejor para este momento de nuestra historia como país. 

Esta fue, más o menos, mi larga respuesta a Jorge.