Desarrollo y Emprendimiento

Por qué este blog? Porque he dedicado mi vida profesional a aportar al desarrollo económico de Chile estudiando qué medidas ayudarían más al crecimiento y la equidad, y publicando lo que he ido descubriendo. Ahora quiero aprovechar esta tecnología para ampliar el diálogo con otros sobre este tema.

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Nombre: Ernesto Tironi
Ubicación: Las Condes, Santiago, Chile

Economista, empresario y educador (1947). Profesor Ingeniería Industrial Universidad de Chile, Asesor y Director de Empresas y de Sociedades del sector Educacional. Ex embajador ante Naciones Unidas y Gerente General de CORFO.

domingo, septiembre 18, 2022

Era Boric-FA y Concertación, ¿Tienen paralelos?

                        Era Boric FA y era Concertación, ¿Tienen paralelos?

                                   

Ernesto Tironi B.  30-12-21

 

            Se ha planteado por muchos que el triunfo de Boric este diciembre en cierta forma fue la reedición del Triunfo del NO en 1988. Los porcentajes del NO (Boric) y el SI (Kast) fueron casi iguales que entonces: 56 vs 44. Más allá de la diversas y obvias diferencias de los dos casos, la comparación es interesante y provocadora.

 

            Pero de mucho más interés pueden ser otras interrogantes como: ¿podría el Gobierno de Boric inaugurar una Nueva Era política y económica que dure 20 años, como lo hizo la Concertación?  ¿Cuáles serían las condiciones para que eso ocurriera?  ¿Habría algo que el Frente Amplio y socios puede aprender de la experiencia de la Concertación para reeditar el éxito alcanzado por ésta durante más tiempo que nadie antes en la historia de Chile?

 

            Los 20 años de la Concertación en el gobierno y el grado de cumplimiento de los objetivos que se propuso no se logró por casualidad. Por eso le puede servir a los nuevos gobernantes conocer cómo se preparó y luego desenvolvió y mantuvo ese conglomerado. La historia enseña y conocerla no está de más. 

 

            Para quienes crean que este tema es ficticio, conviene recordar que en los 90s el antagonista de la Concertación – la derecha – nunca creyó que pudiera conservarse una alianza del centro (la Democracia Cristiana) y la izquierda democrática. La consideraban artificial y contraria a la DC en todo el mundo. “No van a seguir; se van a dividir”, decían. Pero no ocurrió así. 

 

            La Concertación también enfrentó dilemas internos desgarrantes entre optar por una camino u otro; fundamentalmente entre plantear cambios radicales después de Pinochet en lo económico y político (refundar y empezar de nuevo) o hacer reformas parciales, graduales, menos profundas pero sostenibles (no como había sido Allende y la UP) y así reducir pobreza, más igualdad, desarrollo con equidad. Por ejemplo, si volver a estatizar empresas privatizadas por Pinochet que antes eran públicas (Endesa). O si cambiar la Ley Minera de Pinochet para la gran minería la desarrollara sólo el Estado sin privados. O si subir aranceles a importaciones en vez de mantener una economía abierta, para así buscar industrializar el país. Esas no fueron decisiones fáciles y exigieron mucho estudio técnico, diálogo y gran coraje político. Nuestros contemporáneos podrán juzgar si nos equivocamos o no.

 

            También importan algunas apreciaciones del contexto nacional observable en la segunda mitad de los 80s cuando se conformó la Concertación. Entonces los dirigentes de los partidos políticos de oposición al Gobierno militar – principalmente demócrata cristianos, socialistas y radicales - empezaban a conversar y a unirse después de una muy profunda distancia, encono, acusaciones mutuas y enemistad que llevaba décadas.  Por su parte, las movilizaciones sociales de oposición a Pinochet (1983-85) encabezada principalmente por colegios profesionales -médico (Dr.Juan Luis González), de ingenieros (Arriagada), etc. – más los grandes sindicatos del cobre (Rodolfo Seguel), que habían sido masivas, no habían resultado suficientes para lograr cambios profundos en el gobierno o la renuncia de Pinochet.  Poco después, el intento de la izquierda comunista con el atentado del Cajón del Maipo (1986) también fracasa; tanto que en el fondo robustece al gobierno. Dentro de esa trayectoria de situaciones políticas, los dirigentes de los partidos – encabezados principalmente por Gabriel Valdés S. – toma la posta. Después Boeninger y Aylwin le dan un cauce a la corriente de oposición planteando la participación en el plebiscito, y el resto ya se conoce.

            

            Por debajo de esos movimientos político-sociales, había una situación económica turbulenta en ebullición que influía fuertemente en ellos, y viceversa. Las movilizaciones sociales del 83 fueron fuertemente influidas por la Crisis económica de 1982, la segunda mayor de Chile en todo el siglo 20. (Así como en este siglo es difícil imaginar el Estallido de Octubre ocurriendo con la economía creciendo 5% anual ese año). Pero hacia 1986-87,la economía se había recuperado y crecía fuerte, aunque con rezagos importantes especialmente en materia de pobreza extrema. No por casualidad se escogió a Buchi – el líder de esa recuperación – para ser el candidato contra Aylwin el 89.

 

            En ese contexto, se prepara y se llega al primer gobierno de la Concertación con su particular orientación y estilo que llevó a la coalición a conservarlo por 20 años, eligiendo sucesivamente cuatro presidentes del mismo sector. En este marco interpretativo planteo algunas de las características claves de los gobiernos de la Concertación que lo hicieron tan exitoso por 20 años.

 

Primero, nuestra llegada al gobierno en 1990 fue precedida de muchos años – más de diez -  de construcción de confianzas mutuas entre dirigentes políticos y técnicos de sectores  en lo ideológico casi enteramente opuestos en el pasado. El Programa de gobierno que propuso Aylwin a la ciudadanía fue fruto de ese proceso, después de discusiones extensas y en profundidad de las alternativas disponibles y de las orientaciones centrales a seguir en cada tema.  

Segundo,  había un respeto claro por el conocimiento técnico de los especialistas, tanto por parte del Presidente de la República y sus ministros claves en la Moneda, como también entre las directivas de los partidos de gobierno. Esto se refería tanto a temas económicos, especialmente los de carácter macro correspondientes a Hacienda, como también a Obras Públicas, Salud y otros. Esos técnicos habían estudiado y conversado las fallas y aciertos tanto de las políticas del momento como las de los anteriores gobiernos.

Tercero, fue fundamental la generosidad o autolimitación del partido mayoritario de gobierno, en ese caso la Democracia Cristiana, para no pretender ocupar todos los espacios disponibles ni la mayoría de los puestos claves. Si; había cuoteo, pero un cuoteo limitado, inteligente y bien equilibrado. 

Cuarto, el Presidente cuidaba diligentemente la coalición de gobierno y estaba atento a morigerar las fricciones entre partidos. Finalmente,  los Presidentes de la República y de los partidos fueron abiertos a dejar surgir y florecer los liderazgos políticos tanto de figuras que ya tenían trayectorias propias así como nuevos. Y buscaron métodos adecuados para escoger los candidatos finales a través de negociaciones entre partidos (para parlamentarios) o primarias (en el caso de Presidente). Así fluyó naturalmente Frei como la sucesión de Aylwin y posteriormente Lagos y Bachelet.

 

Habría diversos otros factores que incidieron en el éxito y duración de la Concertación que la nueva generación y alianza que llega al gobierno podría considerar. Por ejemplo, el valor del foco puesto en reducción de la pobreza,  cobertura de educación escolar y desarrollo con equidad. También soy consciente de lo subjetivo de mis énfasis e interpretaciones de una experiencia de hace 30 años. Pero considero que son fenómenos útiles de comparar, sobre los que invito más reflexiones.