Desarrollo y Emprendimiento

Por qué este blog? Porque he dedicado mi vida profesional a aportar al desarrollo económico de Chile estudiando qué medidas ayudarían más al crecimiento y la equidad, y publicando lo que he ido descubriendo. Ahora quiero aprovechar esta tecnología para ampliar el diálogo con otros sobre este tema.

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Nombre: Ernesto Tironi
Ubicación: Las Condes, Santiago, Chile

Economista, empresario y educador (1947). Profesor Ingeniería Industrial Universidad de Chile, Asesor y Director de Empresas y de Sociedades del sector Educacional. Ex embajador ante Naciones Unidas y Gerente General de CORFO.

martes, septiembre 27, 2011

Desmunicipalización Libre

Una de las principales demandas de algunos sectores políticos, de la opinión pública en general y del Movimiento Estudiantil 2011, es otorgar más apoyo a la educación pública, entendida como aquella ofrecida por las escuelas municipales. Entre los motivos para otorgar a éstas un apoyo adicional al que se otorga a los establecimientos particulares subvencionados que atienden a los mismos sectores sociales, está el que las escuelas municipales están reduciendo su matrícula.

Sin compartir muchos de los juicios y dudosos supuestos detrás de esa interpretación, me preocupa que siga reduciéndose la matrícula municipal. Conviene entonces debatir acerca de los modos más efectivos y eficientes de evitar esa tendencia.

El Gobierno, por su parte, se ha comprometido a enviar pronto un proyecto de ley sobre "desmunicipalización". Mayor razón entonces para iniciar este debate ahora.

Las principales alternativas propuestas hasta hoy son tres: 1) El retorno a un sistema estatizado en que todas las escuelas municipales vuelvan a depender del Ministerio de Educación. 2) La prohibición de crear nuevos colegios particulares subvencionados, con la expectativa de que esto frenaría la migración de estudiantes municipales a aquéllos. Y 3) Esquemas intermedios o mixtos, como corporaciones de educación similares a las actuales municipales, pero que puedan gestionar establecimientos de varios municipios.

En otro documento he planteado que este último parece ser un mejor sistema, siempre que se asegure un gobierno corporativo competente y con más autonomía para los directores de escuela, quienes deben asumir más responsabilidad por el desempeño de su establecimiento.

Aquí quiero complementar la propuesta anterior, proponiendo la creación de una Corporación Nacional de Educación Escolar (CNE), con el principal objetivo de detener la reducción de matrícula de las escuelas municipales. ¿Cómo? Haciéndose cargo de la gestión de escuelas de los municipios que no quieran seguir administrando la educación en su comuna, que lo hagan por debajo de un estándar mínimo o que estén reduciendo su matrícula a tasas muy altas como (por ejemplo, más de 10% en uno o dos años). Esta Corporación sería dirigida por un directorio como el de las empresas, con una mayoría (pero no la totalidad) de los miembros designados por el Ministerio de Educación, y tendría facultades para hacerse cargo, transitoria o indefinidamente, de escuelas o liceos que le transfirieran los municipios.

Su funcionamiento tendría algunas características especiales: 1) Que la transferencia de escuelas a la CNE será obligatoria para las escuelas de los municipios que reduzcan en más del 10% su matrícula en uno o dos años, o que en cuatro años más (circa 2015) no superen un promedio de 250 puntos en el Simce de 4° Básico. 2) La Corporación Nacional tendría también facultades para realizar fusiones o integración de escuelas pequeñas, especialmente en el ámbito rural, que es una forma de conseguir mejorar la calidad o elevar los aprendizajes de muchos miles de estudiantes que hoy reciben una educación de muy bajo nivel.

Por esta vía podríamos llegar mucho más rápidamente a mejorar la educación chilena, generando más calidad y equidad. No nivelando hacia abajo, como se haría en el caso de prohibir la instalación de nuevos colegios particulares subvencionados, como algunos proponen. Esto último sería una forma de mantener un oligopolio de escuelas, tanto privadas como municipales, que en nada ayudaría a mejorar la calidad. Esperar que la competencia entre escuelas lleve al cierre de las de menor calidad, difícilmente resultará. Especialmente en el actual contexto de incertidumbre y de rechazo social al mal llamado lucro en educación, menos se generará una expansión de los mejores colegios particulares subvencionados, aunque tengan mejores resultados y posibilidades de absorber nuevos estudiantes.

La Corporación Nacional de Educación debiera especializarse en reestructurar establecimientos deficitarios y en transformarlos en escuelas de alta calidad. Eso implicaría contar con personal calificado en rediseño organizacional, selección y capacitación de personal, outplacement de profesores, formación de equipos, etcétera. Una UTI para pacientes con estado de salud crítico.

Políticamente, debiera tener alto respaldo, al ser una entidad del Ministerio de Educación. Pero no por eso se le entregaría un cheque en blanco y sin fecha de vencimiento. Los municipios que les ceden escuelas lo harían por un tiempo, cinco a diez años, y con cláusulas que dispongan que si la CNE no logra un mejor resultado, el municipio recupera el establecimiento. Podría concebirse además conceder un derecho más efectivo a los apoderados, contemplando, por ejemplo, el "Efecto gatillo" introducido recientemente como ley en más de 20 estados federales de los EE.UU.. Mediante éste, si más del 50 por ciento de los padres firman una declaración de insatisfacción con el desempeño del colegio de su pupilo, el sostenedor público tiene la obligación de cambiar al director o transferir la escuela a otro sostenedor, incluyendo la posibilidad de un privado.(Ver NY Times 18 Sept. 2011)

En síntesis, esta propuesta de la Corporación Nacional de Educación sería una forma de nivelar hacia arriba, elevando la calidad de la educación municipal, manteniendo su matrícula y el pluralismo y diversidad que muchos preferimos para la educación chilena.

Publicado 25/09/2011 El Mercurio